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CUIDA TUS PIES

Medidas Preventivas

Profilaxis recomendado para pie diabético:

  • Limpieza integral (corte y pulido de uñas).
  • Evaluación y manejo conservador de las deformidades de pie y ulceras  diabéticas.
  • Orientación en el uso de plantillas personalizadas.
  • Hidratación.
  • Masaje Pedico.
  1. Pie diabético



    La diabetes es una enfermedad crónica y silenciosa que se origina porque el páncreas no sintetiza la cantidad de insulina que el cuerpo humano necesita, la elabora de una calidad inferior o no es capaz de utilizarla con eficacia.


    La insulina es una hormona producida por el páncreas. Su principal función es el mantenimiento de los valores adecuados de glucosa en sangre. Permite que la glucosa entre en el organismo y sea transportada al interior de las células, en donde se transforma en energía para que funcionen los músculos y los tejidos. Además, ayuda a que las células almacenen la glucosa hasta que su utilización sea necesaria.


    En las personas con diabetes hay un exceso de glucosa en sangre (hiperglucemia), ya que no se distribuye de la forma adecuada. La glucosa elevada puede ser perjudicial "para todo el organismo, pero principalmente para el corazón, el riñón y las arterias sobre todo en los "PIES", por lo que las personas que tienen diabetes y no lo saben o no la tratan tienen más riesgo de problemas renales, infartos, pérdida de visión y amputaciones de miembros inferiores".
     

    Incidencia


    En el Perú, la prevalencia general de diabetes se estimó en 7%, siendo mayor para las ciudades localizadas en la costa. Para Lima metropolitana se estima una prevalencia de 8.4% (1 de cada 12 personas tiene diabetes).


    ::- Causas -::


    Luis Ávila, vocal de la Junta Directiva de la SED, apunta que "no se conoce la causa exacta de la diabetes, entre otras cosas porque hay muchos tipos diferentes". De hecho, el momento de aparición de la enfermedad, las causas y los síntomas que presentan los pacientes dependen del tipo de diabetes:
     

    Diabetes tipo 1


    Aparece generalmente en niños, aunque también puede iniciarse en adolescentse y adultos. Suele presentarse de forma brusca y muchas veces independientemente de que existan antecedentes familiares.


    Se produce una destrucción de las células que producen la insulina en el páncreas (las células beta) por autoanticuerpos. "Es decir, el organismo ataca a sus propias células como si fueran extrañas (como ocurre en la enfermedad celíaca, y en otras enfermedades autoinmunes)", aclara González. El mecanismo inicial que induce la aparición de estos anticuerpos no está totalmente identificado y es muy complejo. Se investiga si el origen está, según Ávila, en "una predisposición genética que, debido a diferentes factores ambiantales, produce esa respuesta autoinmune que destruye esas células".
     

    Diabetes tipo 2


    Surge en la edad adulta, su incidencia aumenta en personas de edad avanzada y es unas diez veces más frecuente que la tipo 1. En ella se produce una disminución de la acción de la insulina, de forma que, aunque haya mucha, no puede actuar. González indica que se da "un componente mixto: por un lado, hay menor insulina en el páncreas y, por otro, esta insulina funciona peor en los tejidos (la denominada resistencia a la insulina)".


    "Su principal causa es la obesidad porque el tejido graso produce determinadas sustancias que disminuyen la sensibilidad de los receptores de la insulina", agrega Ávila. Puesto que la obesidad ha crecido de forma muy significativa en España, también lo ha hecho este tipo de diabetes.
     

    Diabetes gestacional


    Durante el embarazo la insulina aumenta para incrementar las reservas de energía. A veces, este incremento no se produce, lo que puede originar una diabetes gestacional. Suele desaparecer tras el parto, pero estas mujeres tienen un alto riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 a lo largo de su vida.
     

    Evalúa tus síntomas


    Entre los posibles síntomas de una elevación de la glucosa se encuentran los siguientes:
     

    • Mucha sed (polidipsia).
    • Sensación de mucha hambre (polifagia).
    • Necesidad de orinar continuamente, incluso de noche (poliuria).
    • Pérdida de peso, a pesar de comer mucho.
    • Cansancio.
    • Visión borrosa.
    • Hormigueo o entumecimiento de manos y pies.
    • Infecciones fúngicas en la piel recurrentes.


    Si la glucosa sube despacio, de forma progresiva (en general, en la diabetes tipo 2), pueden pasar años hasta que comiencen los síntomas, y por ello la enfermedad puede pasar inadvertida. "Que no duela no quiere decir que no haga daño, y de ahí la importancia del diagnóstico precoz para prevenir la aparición de complicaciones", recalca González.
     

    Tipos

    Diabetes Mellitus tipo 1

    Está causada por la destrucción de las células productoras de insulina. Suele aparecer en la infancia.

    Diabetes Mellitus tipo 2

    Es la más frecuente y prevenible y se produde por un défict de insulina, que se suma a una acción reducida de esta hormona en los tejidos.

    Diabetes gestacional

    Aparece en entre un 2 y un 5 por ciento de los embarazos. Se asocia a complicaciones maternofetales si no se trata adecuadamente.

    Otros tipos de diabetes

    Otro tipo de diabetes menos conocida es la que aparece por lesión del páncreas, ya sea por una extirpación quirúrgica o por una inflamcación. Se denomina diabetes pancreopriva. Otros tipos de diabetes aparecen por causas genéticas o por el consumo de ciertos fármacos.
     

    Diagnóstico


    El diagnóstico de la diabetes se realiza midiendo los niveles de glucosa en la sangre. Se trata de pruebas que puede realizar el médico de atención primaria. Ávila explica que solo existen 4 formas de diagnosticar la diabetes:
     

    • Glucemia basal (en ayunas) mayor de 126 mg/dl
       
    • Hemoglobina glucosilada mayor de 6,5 por ciento
       
    • Curva de glucemia con 75 g de glucosa mayor de 200 mg/ dl
       
    • Glucemia al azar (en cualquier momento del día) mayor de 200 mg/dl con síntomas típicos


    Todos ellos deben ser confirmados en una segunda ocación menos el último, que se ratifica por los síntomas.

     
    Los endocrinólogos son médicos que se especializan en el tratamiento de la diabetes y otras enfermedades del sistema endocrino, que produce las hormonas que controlan el funcionamiento del organismo
     

    El tratamiento de la diabetes se basa en tres pilaresdietaejercicio físico y medicación. Tiene como objetivo mantener los niveles de glucosa en sangre dentro de la normalidad para minimizar el riesgo de complicaciones asociadas a la enfermedad.


    La insulina es el único tratamiento para la diabetes tipo 1. hoy en día solo puede administrarse inyectada, ya sea con plumas de insulina o con sistemas de infusión continua (bombas de insulina). "Es preciso ajustar la administración de insulina a lo que la persona come, la actividad que realiza y sus cifras de glucosa, por lo que el paciente debe medirse la glucosa de forma frecuente, mediante el uso de glucómetros (pinchándose los dedos) o con sensores de glucosa interticial (alguno ya está financiado en varias comunidades autónomas), de forma más sencilla y menos dolorosa", comenta González.


    La diabetes tipo 2 tiene un abanico terapéutico más amplio. En este caso, a diferencia de los pacientes con diabetes tipo 1, no siempre va a ser precisa la administración insulina. Adoptando un estilo de vida saludable y perdiendo peso, los niveles de glucosa pueden normalizarse.


    Junto a ello, añade la endocrinóloga, "el uso de uno o más fármacos que ayuden a que la insulina funcione mejor van a ser la mejor opción de tratamiento". Según Ávila, el fármaco que se prescriba "dependerá fundamentalmente de las características clínicas del paciente". Los grupos terapéuticos disponibles son los siguientes:
     

    • Biguanidas, de las cuales solo se utiliza la metformina.
       
    • Inhibidores de la alfa decarboxilasa.
       
    • Sulfonilureas.
       
    • Inhibidores de la enzima DPP-4.
       
    • Antagonistas de SGLT-2.
       
    • Agnoistas de GLP-1.
       
    • Insulinas.

    + Complicaciones


    Existe una relación directa entre el cumplimiento del tratamiento y un adecuado control glucémico, que a su vez se relaciona con el riesgo de desarrollar complicaciones crónicas asociadas a la diabetes.


    Según el miembro de la junta directiva de la SED, "actualmente la diabetes es la primera causa de diálisis y de amputaciones no traumáticas, además de ser una causa muy importante de ceguera". Asimismo, "tiene una gran influencia en el desrrollo de problemas circulatorios, como angina de pecho e infarto".


    En esta misma línea, González resalta que "la diabetes puede pasar desapercibida durante años, en los que ya produce complicaciones. Por lo tanto, es importante acudir al médico de atención primaria en caso de historia familiar de diabetes o factores de riesgo (obesidad, hipertensión, diabetes gestacional) para realizarse un análisis de glucosa".


    Esta demostrado que con un programa de prevención bien implementado, se puede reducir muchísimo  los índices de amputación.


    La prescripción para prevenir en pacientes con diabetes, tendría que ser la primera opción terapéutica que deberíamos firmar y sellar, para evitar el pie diabético.


    Lo primero que debemos conseguir es hacer entender al paciente con diabetes (siempre sin ser alarmistas) la severidad de su enfermedad, lo importante que es un buen control de la misma y las consecuencias que pueden desencadenarse, si se empieza a banalizar el diagnóstico de una Diabetes Mellitus.


    No todas las personas con Diabetes Mellitus tienen el mismo riesgo de sufrir pie diabético, siendo los factores de mayor riesgo la presencia de:
     

    • Neuropatía periférica.
    • Deformidades en el pie (Juanetes, dedos en garra, presencia de prominencias óseas, uñas encarnadas, etc.)
    • Enfermedad vascular periférica.
    • Antecedentes de lesión / ulceración o amputación previas.


    Sin olvidar, que también tenemos otros factores a controlar en pacientes con diabetes, debido a que su presencia sumados a los citados anteriormente, pueden multiplicar por cuatro la posibilidad de desarrollar algún tipo de lesión y por tanto un pie diabético como:
     

    • Presentar más de 10 años de evolución de su diabetes con mal control metabólico (glucemias altas de forma persistente).
    • Malos hábitos higiénicos de sus pies.
    • Uso de calzados inadecuado.
    • Tabaquismo.
    • Obesidad.
    • Hipertensión.


    Todos tenemos claro a estas alturas, que para poder controlar el pie diabético es imprescindible su abordaje desde un equipo multidisciplinar, donde el propio paciente con diabetes es uno más del equipo, ya que, sino conseguimos que el paciente diabético se implique en su enfermedad y en el control de la misma, me atrevo asegurar, que el pronóstico del pie diabético no será el más óptimo.


    Los profesionales de la salud, debemos instruir a nuestros pacientes diabéticos (de forma clara, entendible e individualizada) mejorando su capacidad de control, enseñándoles a identificar los posibles problemas que pueden tener en el pie y motivándoles para que tengan una colaboración activa en su prevención.

    Pasos adecuados a seguir

    Para ello debemos entrenar sus habilidades e instruirles en los pasos adecuados a seguir, como por ejemplo:

    • Que cuidados básicos pueden llevar a cabo en casa y como deben realizarlos.
    • Cuando deben acudir a la consulta.
    • Que deben hacer si observan que tienen una úlcera o si la úlcera que tienen empeora su evolución.
    • Cuales son los factores de riesgo que le perjudican.
    • Dentro de las opciones terapéuticas existentes, cuales son las más adecuadas para su úlcera.
    • Que deben hacer cuando se cierra la úlcera y, sobre todo, como evitar que vuelvan a tener otra.
    • Con que frecuencia deben acudir al podólogo para llevar un buen mantenimiento de sus pies.

     

    Es nuestra la responsabilidad de enseñar a los pacientes con diabetes como debe realizarse el cuidado adecuado de su pie.

     

    Las estrategias de prevención de complicaciones del pie diabético incluyen el diagnóstico precoz y la clasificación del riesgo. Para prevenir su aparición y una posible complicación, es imprescindible que nuestro médico especialista nos haga una revisión con cierta periodicidad. También es importante que nosotros mismos hagamos estas inspecciones para asegurarnos de que todo está bien.
     

    Medidas preventivas que debe tomar con mucha responsabilidad.

    • Control riguroso de la glucosa
    • No fumar
    • Inspección diaria de los pies: Es necesario que revise sus pies de forma diaria, bien directamente o mediante el uso de un espejo. Otra opción es que otra persona le revise los pies, en caso de que la persona con diabetes no pueda hacerlo o presente alteraciones de la vista. 
    • Lo mejor es establecer siempre la misma pauta: revisar dorso del pie, examinar bien las zonas interdigitales y por último la planta del pie. De esta manera, podremos detectar cualquier variación en muestra piel o uñas de forma precoz.
    • Lavado periódico de los pies: Usar agua templada, a unos 37º. Comprobar la temperatura del agua antes de sumergir el pie con un termómetro o con el codo, para evitar quemaduras.
    • Secado cuidadoso: Con toalla fina, celulosa o papel higiénico, especialmente en las zonas interdigitales o en los pliegues cutáneos.
    • No utilizar productos irritantes: Como callicidas, alcohol, remedios caseros o cuchillas para quitar durezas y callos.
    • Hidratación diaria: Evitando las zonas interdigitales y los excesos de cremas que pudieran causar el desarrollo de hongos en los pies.
    • Cortar o limar las uñas en línea recta: Con tijera roma o alicate de punta recta (en la mayoria d elos casos recomendamos un podologo siempre).
    • Callos, durezas, uñas gruesas o curvadas: Deben ser retirados y controlados por su podólogo.
    • No andar descalzo ni en casa ni fuera de ella: Utilizar siempre calzado adecuado en base a cada terreno y circunstancia.
    • Inspeccionar el interior del calzado antes de ponérselo: Asegurarse con la mano que no hay ningún objeto dentro del calzado que pueda lesionar o desencadenar una úlcera.
    • Realice cambio diario de calcetines: Procurando comprar calcetines sin costuras internas o póngaselos con las costuras hacia fuera (del revés), para evitar rozaduras. Use tejidos naturales tipo algodón, hilo o lana.
    • No llevar zapatos apretados: Usar calzado cómodo, con puntera redondeada, ancho en el antepié (que respete el ancho de nuestro pie), dorso flexible, con tacón ancho de unos 2-3 cm y suelas te material resistente con un buen cambrillón y adecuados refuerzos, que nos ayuden a camina.

      Salvo algunas excepciones y siempre mediante prescripción de su podólogo, el calzado no se debe poder doblar como si se tratase de una bayeta.
    • No use mantas eléctricas, calentadores, bolsas de agua caliente
    • Piel seca y cuarteada.
    • Ampollas o úlceras.
    • Hematomas o cortaduras.
    • Enrojecimiento, calor o sensibilidad.


    Ahora, es momento de cuidar la salud de tus pies.


    Un punto clave en la prevención de este trastorno es la educación diabetológica de la persona con diabetes y la de sus familiares más cercanos. Es indispensable e importante auto-inspección, el control de temperatura en el pie, la higiene (deben lavarse cada día sin un exceso de agua) y el uso de calzado adecuado o plantillas para el alivio de la presión.


    Con estas estrategias preventivas se consigue mantener los pies sanos, evitando complicaciones que pueden llegar a ser muy peligrosas y que pueden  incluso al punto de la amputación.


    Las recomendaciones para mantener la diabetes bajo control 

    1. Aprender a convivir con la diabetes

    Es importante conocer qué es la diabetes, los principales cuidados y realizar los cambios necesarios para el buen control. La persona con diabetes y sus familiares deben recibir educación diabetológica y apoyo emocional. Destacando la importancia del rol del educador en diabetes y la apuesta por la educación de la persona como herramienta indispensable para facilitar el autocuidado, la adherencia al tratamiento y el control metabólico. 

    2. Adaptar la alimentación

    La alimentación es una parte fundamental del control de la diabetes y contribuye a retrasar o evitar la aparición de complicaciones. La alimentación de la persona con diabetes es similar a la de cualquier persona: deben repartirse los alimentos a lo largo del día, es decir, realizar entre 3 a 5 tomas según características personales y pauta de tratamiento (desayuno, media mañana, comida, merienda y cena), evitando comidas con una alta cantidad de hidratos de carbono o bien que sean de absorción rápida, ya que elevan la glucosa de forma considerable. El cuidado de la alimentación forma parte de su tratamiento, por lo tanto, no se puede hablar de tipos de alimentos y cantidades sin hablar también de la actividad física que realiza, los medicamentos que toma o si padece o no otras enfermedades como colesterol o hipertensión. En definitiva, es un conjunto de factores que deben considerarse globalmente y que hacen que cada persona con diabetes tenga una dieta única y personalizada, que debe ser confeccionada con el apoyo del equipo sanitario. 

    3. Mantener una hidratación adecuada

    Las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de deshidratación porque un nivel elevado de glucosa en sangre provoca que los riñones intenten eliminarla en forma de orina. Por esta razón, las personas con diabetes suelen tener más sed cuando se produce una hiperglucemia. El agua debe ser la base de la hidratación de una persona con diabetes. Existen otras bebidas que ayudan a mejorar la hidratación como zumos naturales o sin azúcares añadidos, refrescos “light” o “cero” que contienen edulcorantes en lugar de azúcar y por lo tanto no aumentan la glucemia, bebidas para deportistas o infusiones, pero siempre de forma ocasional.

    4. Practicar ejercicio de forma regular

    La práctica de ejercicio físico es uno de los pilares fundamentales del tratamiento de la diabetes y previene las complicaciones asociadas. Sus beneficios se producen a muchos otros niveles: mejora las cifras de tensión arterial, de colesterol y la función cardiovascular. El tipo de ejercicio y la intensidad debe adaptarse a la edad y la condición física de cada persona con diabetes. 

    5. Realizar controles de glucosa con frecuencia y de forma estructurada

    El análisis de los niveles de glucosa en sangre realizado por la propia persona o un familiar permite conocer las cifras de glucemia en cualquier momento y detectar posibles complicaciones agudas, hipoglucemias (bajadas de glucosa) o hiperglucemias (subidas de glucosa). Se recomienda realizar entre 5 y 6 controles al día, antes de cada comida y antes de ir a dormir para disponer de información y ajustar la pauta de insulina o del tratamiento en general, si fuera necesario. Si se practica ejercicio, se recomienda realizar un análisis antes del inicio de la actividad, alguna medición extra mientras se practica ejercicio de larga duración, así como una vez acabado. 

    6. Actuar rápido ante una hipoglucemia

    Es habitual que durante una hipoglucemia se coma de forma descontrolada y con gran voracidad. Ello conlleva una ingesta total de hidratos de carbono superior a los gramos indicados, que suele ser la causa de un rebote o hiperglucemia en las horas posteriores. 

    7. Evitar las complicaciones de la diabetes.

    Es importante mantener las cifras de glucosa en sangre en el nivel óptimo antes y después de las comidas. Igualmente, es necesario controlar la presión arterial y los niveles de colesterol.

    8. Realizar revisiones oftalmológicas.

    Es fundamental que las personas con diabetes realicen revisiones periódicas especialmente del estado de la retina para prevenir, detectar y tratar con éxito cualquier tipo de complicación. 

    9. Cuidar los pies

    Las personas con diabetes pueden presentar alteraciones de la sensibilidad y de la circulación. Es importante realizar una inspección diaria de los pies comprobando la ausencia de lesiones y visitar con regularidad al podólogo.

    10. Ser adherente con la medicación.

    La medicación es una parte del tratamiento que junto a la alimentación y el ejercicio son pilares fundamentales, por eso es preciso pactar y seguir las recomendaciones que junto a profesionales sanitarios se prescriban. La insulina es la base farmacológica en el tratamiento de la diabetes tipo 1, y distintos fármacos orales y/o insulina en la diabetes tipo 2.

    1. pie diabtico
    2. tratamiento preventivo pie diabetico
    3. si tienes diabetes acuda aun podologo o endocrinologo con frecuencia
    4. profilaxis recomnedado para pie diabetico

     


     

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    Cuando un paciente presenta hongos en las uñas (onicomicosis), pie atleta, hongos plantares y entre los dedos, lo mejor es pasar una consulta especializada  con un podólogo o  dermatólogo a fin de elaborar un plan de tratamiento, según sea el caso podrá incluir medicamentos orales o tópicos. Escríbenos y nos comunicaremos contigo click aquí...

  2. Si tienes diabetes...
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    1. Evalualcion general del estado del pie.
    2. Corte y fresado de uñas terapeutico.
    3. Durezas, deslaminación de hiperqueratosis.
    4. Curaciones de pequeñas heridas.
    5. Tratamiento de callosidades y helomas.
    6. Fresado de talones.
    7. Hidratación y masaje relajante.
    8. Corrección de lámina ungueal.
    9. Consejos o recomendaciones.